Feliz Navidad 2020

 

FELIZ NAVIDAD 2020

FELIZ NAVIDAD, ¿cómo la van a celebrar o la han celebrado?

¿Juntos en familia, “solitititos”, con allegados?

Hay muchas Navidades y la de este año será muy especial, sobre todo, por las ausencias…

Hay Navidad a la carta...

Hay Navidad de los pobres y de los ricos, del consumismo, de los ancianos que viven en soledad o secuestrados en una residencia, la de los que creen, y la de los descreídos, emigrantes, refugiados, encarcelados...

Circulan muchas clases de felicitaciones en estos días. Algunas muy simpáticas y hermosas, otras bien estúpidas, que nada tienen que ver con la verdadera navidad cristiana. Mi felicitación es un deseo: Que el Niños Dios os bendiga a vosotros y a los vuestros, a los presentes y a los ausentes.

(Si tuviéramos que desentrañar el rico contenido del Misterio según las lecturas que se proclaman en las tres misas de la fiesta, gran desafío, agotaríamos o dormiríamos al auditorio, con las ojeras y trasnocho con que hemos amanecido).  

Circulan muchos cuentos de navidad, algunos bien hermosos. Yo me quedo con el relato de San Lucas que nos narra el Misterio. Pero no es un cuento bonito. Y conviene releerlo, meditarlo y guardarlo en el corazón como María, para no perder la memoria de la Navidad cristiana, como dice un compañero mío. Porque entonces no sabremos quienes somos, ni cuál es nuestro futuro. Dios se hizo niño, pobre, humano, para decirnos que somos hijos amados de Dios. Y que al final de esta vida nos espera con los brazos abiertos.

Se va perdiendo de la memoria colectiva la imagen de este Misterio, que si lo conocemos es porque Dios así lo ha querido, se ha dignado hablarnos. Aunque sólo los humildes de corazón, como los pastores, María y José, lo llegan a entender de verdad.

Los cristianos de verdad son los que no han perdido la memoria y saben que Dios existe, nos busca y por eso nosotros lo podemos encontrar. Porque puede nacer en cualquier momento en nuestro corazón, para que sepamos que Dios es Amor y nos ama.

Si algo nos ha enseñado la pandemia (si es que hemos aprendido algo…) es lo vulnerables y frágiles que somos. Ello nos puede ayudar a entender un poquito el misterio de un Dios encarnado en  la fragilidad de un niño recién nacido.

Y cuando nos asomemos al Misterio, aunque sea de puntillas, que lo sepamos agradecer, y al depositar nuestro beso al Niño Dios (que este año no nos dejan por el miedo al coronavirus), depositemos también un compromiso que dure todo el año sin rebajas: el compromiso de cuidarnos mucho y cuidar a los demás, de acompañar, de consolar, de construir la civilización del amor y de la paz verdadera en este mundo mundial en el que nos toca vivir, para que no haya más niños que mueren prematuramente antes de tiempo, explotados, marginados, olvidados.
Jesús Mendoza Dueñas

 

¿Qué es la Navidad? Papa Francisco 2016

"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor." Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad. Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. 

Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.

La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad. PAPA FRANCISCO.


 

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