El cuerpo de Cristo

 CORPUS CRISTI 2021(Marcos 14,12-16.22-26)

“La fiesta es un invento de Dios”. (Papa Francisco)

No hay fiesta sin comida y sin bebida,  sin algo que compartir. El día de la caldereta, que suele estar  riquísima y que compartimos la mayoría de  los vecinos de Covaleda, Duruelo y pueblos vecinos es un buen ejemplo. Creo que es uno de los actos más hermosos y cargado de  tradición popular. Este año 2021 no sabemos todavía si habrá tal caldereta  o se suspenderá como el año pasado, pero no faltará la comida familiar y festiva en la mayoría de nuestros hogares. Y no faltará el buen vino.


De nuevo, el evangelio de hoy nos habla de comida, de carne y de bebida. Y no cualquier carne: el mismo Jesús que se nos da en alimento para que podamos compartir su misma vida, la vida eterna que nos promete, para entrar en comunión con Él, con toda su persona, carne y sangre significa toda su persona, su proyecto, su amor. “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en El”. El viene para hacer nuestra vida más humana, más evangélica.  No es fácil entenderlo, sentirlo, vivirlo.  Exige un acto de fe y apertura de especial intensidad, nos exige interiorizar sus actitudes fundamentales. Los judíos tampoco lo entendían. Hay que tener hambre de Dios. Porque no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Jesús viene a iluminar nuestra vida, a animar una fiesta especial en nuestros corazones.

La Eucaristía es la memoria mejor guardada por la iglesia a lo largo de los siglos, pero debe ser una celebración viva y participada. No la podemos vivir como un espectáculo más como meros espectadores, sino participando en ella como comunidad de hermanos.

Quedan muy lejos aquellas misas celebradas en latín en las que el sacerdote "decía" la misa y el pueblo cristiano venía a "oír" la misa o a "asistir" a la celebración. No la podemos celebrar de manera rutinaria y aburrida, y que no nos comprometa.

La misa no termina aquí en la iglesia, en el templo, por eso salimos a la calle y paseamos al Señor por delante de nuestros hogares, por nuestras calles y plaza, y pedimos que bendiga a los niños más pequeños, y cantamos expresamos nuestra gratitud y alabanza por haberse quedado entre nosotros como compañero (el que comparte el mismo pan en el camino) de camino. Pero a la vez debemos renovar el compromiso de llevarlo a la vida con nuestro testimonio, sobre todo de caridad, que empieza por los que más cerca tenemos, y cuyos destinatarios principales deben ser siempre los hermanos más vulnerables, indefensos, hermanos que sufren, en los que también se hace presente Jesús, que nos dije “porque tuve hambre y me disteis de comer”. Por eso a este día lo llamamos también día de la Caridad.


Y es que la fiesta cristiana verdadera es siempre OCASIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS, MEMORIA Y COMPROMISO.

ACCIÓN DE GRACIAS por los dones recibidos en nuestra vida: la fe, el sentido de la vida, su Palabra que es luz, la fuerza de su Espíritu en la vida diaria

MEMORIA del proyecto de Jesús. Y COMPROMISO DE SEGUIRLO EMBARCADOS EN SU PROYECTO DE  FRATERNIDAD.

Quienes han visitado la Tierra Santa recordarán la hermosa iglesia que, cerca de Cafarnaúm, recuerda que Jesús alimentó a una enorme multitud con unos panes y unos peces. A los pies del altar se encuentra un famoso mosaico de fines del siglo V. Dos peces flanquean un canastillo en el que pueden verse cuatro panes. ¿No eran cinco los panes multiplicados por Jesús? Siempre hay alguien que observa y pregunta. Ante el asombro de los peregrinos, el guía suele apuntar hacia la mesa del altar. No falta nada. El quinto pan es el cuerpo de Cristo, que se parte y se reparte como alimento para el camino y como signo de su entrega.

Hoy lo queremos recordar una vez más de manera especial. Siempre que celebramos la eucaristía hacemos memoria de la entrega de Jesús como alimento de nuestras vidas. Hemos de sentir de manera mucho más viva la necesidad de recordar a Jesús y hacer de su memoria ALIMENTO DE nuestra experiencia religiosa. Hemos de escuchar con mucha hondura el mandato de Jesús: "Haced esto en memoria mía".

La eucaristía, la misa es COMPROMISO DE FUTURO: “Haced esto en memoria mía”. “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. El pan del Señor nos alimenta y nos alienta. Nos une y nos reúne en familia de amor y de proyectos. Nos despierta a la vida y abre nuestros ojos a una fraternidad nueva y responsable.

Hoy la iglesia celebra el Día de la Caridad con este mensaje: #SEAMOS MAS PUEBLO. Hoy se nos invita a ser más Pueblo de Dios que sale al encuentro del mundo. Salida que nos compromete a revisar nuestro estilo de vivir, a cambiar y ensanchar nuestra mirada, a compartir el don de nuestro tiempo con los demás desde la cercanía efectiva y afectiva, sin pasar de largo ante las situaciones dolorosas que reclaman justicia y dignidad.


En la vida hay gestos y gestos. Los importantes son los que salen del corazón, es decir, cuando damos lo mejor de nosotros mismos con gratuidad. Si el mundo funciona todavía es porque hay muchas personas que así lo entienden y lo hacen. Vivimos en tiempo de crisis global, sociosanitaria, económica, laboral. No olvidemos lo que Cáritas nos recuerda y afirma muchas veces: hay crisis económica porque hay crisis de valores. Si prevaleciera la justicia, la fraternidad, la solidaridad, la fe, no habría hambre, pobreza. El Papa Francisco habla de la oportunidad de recuperar la amabilidad en nuestra mirada y en nuestros gestos, en la forma de escuchar y acoger a los demás.

Celebrar la Eucaristía no es sólo una fiesta, es una fuerza, una necesidad, una urgencia, un compromiso. La Eucaristía es el pan que alimenta nuestra generosidad, para que dividiendo y multiplicando, nadie pase hambre. Es pan de fraternidad, para que nos sintamos todos hermanos, comensales, compañeros de camino. Es el pan del amor, para que nos hagamos pan y nos dejemos comer: “Haced esto en memoria mía”, “haced vosotros lo mismo.

 

Jesús Mendoza Dueñas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Amigo cómo me ayudan tus reflexiones Evangélicas ,gracias y q disfrutéis la caldereta.Con mucho cariño Manoly

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