Fiesta de Santa Cecilia 2021

  FIESTA DE SANTA CECILIA 2021

A mal tiempo, buena cara...

¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la paz”, los pies, las manos, la boca… de los que alegran con su música a los demás y alaban a su Señor!.

“Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas” (Salmo 32/33). Cantadle un cántico nuevo” original, no valen versiones. Un cántico nuevo solo lo puede entonar el hombre nuevo, que se renueva, y es protagonista de una vida renovada. “Cantadle un cántico nuevo, con maestría” (no de cualquier manera).


Un año más nos reunimos para dar gracias y alabar al Señor de la vida, fuente de belleza y de bondad, para honrar la memoria de Santa Cecilia, patrona de los músicos.

La música, es, tal vez, el arte más espiritual y bello. La música es el lenguaje del corazón, de los sentimientos más nobles. Los sentimientos más nobles, también las cosas de Dios se expresan a través de la música. "La música ayuda a la persona a mirar a Dios hacia lo alto" (Benedicto XVI).


Músico no es aquel que toca o maneja un instrumento musical, sino aquel que a través de un instrumento, o con la voz de su garganta, o las palmas de las manos o las plantas de los pies toca el alma y el corazón de la gente. Porque hay gente que mueve las manos y los labios y mete ruido, pero si no emociona no es músico de verdad, aunque tenga abuela.


A mí me emociona sentarme en el sillón de la sala de estar, en la penumbra del caer de la tarde y escuchar música clásica, como la otra tarde, saboreando el concierto “Pájaro de fuego de Ígor Stravinski.

Pero para emocionar de verdad hay que tener empatía… y humildad, mucha humildad,

Espíritu de superación, disciplina.

Cariño y espíritu de servicio y sacrifico, pero sobre todo, la sensibilidad activada por valores como la belleza de verdad, no cualquier belleza, la bondad, la unidad, la paz, el agradecimiento, la generosidad, fidelidad a la amistad.


El Papa Francisco, a quien yo cito muchas veces, afirmaba el día de Santa Cecilia: “Para soñar un mundo mejor es necesario creer en la belleza, tener coraje y creatividad. Este mundo necesita belleza para no caer en la desesperación. ¿Qué belleza?, se pregunta. No esa falsa, hecha de apariencia y de riqueza terrenal, que es vacía y generadora de vacío. No. Sino aquella de un Dios que se ha hecho carne, aquella de los rostros, la belleza de las historias de la gente sencilla y buena, aquella de las criaturas que forman nuestra casa común y que, como nos enseña San Francisco, participan en la alabanza del Altísimo. Somos custodios de esa belleza”.

La Belleza es tan necesaria como el pan que comemos y nos alimenta. Verdad, bondad y belleza forman un círculo o triángulo virtuoso que se retroalimentan. Es muy importante la conjunción de ciencia, ética (responsabilidad personal y social) y estética (belleza del arte, paisaje, urbanismo…)


Estamos sufriendo en estos  dos últimos años dificultades en todos los campos de la sociedad, convivencia, trabajo,  provocadas por esta pandemia que nos sigue golpeando. Por eso ánimo, apoyo y cuidados mutuos, y espíritu de superación, y mucha alegría interior para alegrar a los demás.


Y no olvidemos algo muy importante que ya os he recordado alguna vez: La música como la poesía tienen que estar al servicio de la vida y de la paz de los pueblos, de una vida nueva. La música une a las personas y a los pueblos. Lo primero es vivir y llevarse bien, vivir en paz, y de aquí nace el tocar, el cantar, el bailar compartidos. El arte y la cultura deben ayudarnos a ser mejores.

 

Jesús Mendoza Dueñas

 

 

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