"La Palabra se hizo carne"

 2º DOMINGO POST NAVIDAD 2022.

(Esta entrada es un resumen de la entrada del año pasado que puedes encontrar en este mismo blog, 02 de enero de 2021, con un añadido poético al final)

(Belén Parroquia de Duruelo de la Sierra)

“LA PALABRA ACAMPÓ ENTRE NOSOTROS”

Hay palabras para casi todo, y muchas clases de palabras: palabras positivas, amables y de amor, y palabras negativas vacías o cargadas de odio. “Nadie podrá medir el poder que oculta una palabra, su capacidad de seducción” (Alex Grigelmo, La seducción de las palabras). 


La cantautora Violeta Parra en 1966 compuso esta hermosa canción-poema, “Gracias a la vida que me da dado tanto”:

 

“Gracias a la vida que me ha dado tanto…

Me ha dado el sonido y el abecedario.

Con él, las palabras que pienso y declaro,

Madre, amigo, hermano

y luz alumbrando.

La ruta del alma del que estoy amando.”

 

Qué importante es saber emplear la palabra adecuada para hacernos entender y poder comunicarnos de verdad.

Todo es palabra hasta el silencio.


Y la palabra, el lenguaje está al servicio de la comunicación interpersonal. Negar la palabra a alguien es una ofensa, es negarse a la comunicación. Es un arte, sobre todo la comunicación amable, sincera y transparente, profunda a nivel se sentimientos íntimos.

Y en la situación actual de pandemia nos hemos dado cuenta que no es lo mismo hablar cara a cara, presencialmente que virtual o telemáticamente, desde lejos salvando las distancias, con la técnica asombrosa  que nos brindan las redes y plataformas digitales.

Porque la Palabra  ya está sembrada y germinando en el cosmos desde hace miles de millones de años. El mundo, la humanidad, la vida están preñados de razón, dirección y futuro. No somos fruto de la casualidad, un accidente de la naturaleza. Ni caminamos hacia un callejón, sin salida, sin futuro.

Este es el mensaje del evangelio de este segundo domingo post navidad en que volvemos a proclamar y recordar el Misterio de la Encarnación de Dios según el prólogo del Evangelio de San Juan: “En el principio ya existía La Palabra (el Verbo) y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios. Por medio de El (el Verbo) se hizo todo y sin El no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En El estaba la vida…Y el Verbo se hizo carne y habitó (acampó) entre nosotros” (San Juan l,1-18)


Dios mismo se ha dignado dirigirnos su Palabra, nos ha mirado a la cara, sin mascarilla, porque le importamos mucho. Dios piensa en ti y en mí. Nos ha revelado su rostro y su proyecto, para decirnos que nos ama, que somos sus hijos suyos, amados y bendecidos, aunque, a veces, nos sintamos rotos, heridos, confusos por dentro. Palabra, pues, de amor que es luz, que enseña, consuela, compromete. Dios parece que es de “pocas palabras” pero sorprende con las justas, palabras de Vida.

Dos mil años después, para los cristianos de hoy esa Palabra del Altísimo debe resonar en la conciencia de cada creyente. Pero también en la liturgia y celebraciones de la Iglesia oficial y en la comunidad cristiana de a pie. Escuchémosla, sabiendo guardar silencio en nuestro interior, contemplándola (entrar en el templo de nuestro interior), meditándola (entrar en el médium), dejándonos interpelar por ella (compromiso). Escucharla es el primer mandamiento de la Ley de Dios: 

Sería bueno que nos aprendiéramos de memoria esta fórmula: ESCUCHA, APRENDE, PRACTICA, ENSEÑA. Seremos más felices. “Lo que hemos visto y oído, lo que hemos tocado os lo damos a conocer” (1 Juan 1,1). Amén.

 

Palabras

Que forjen puentes y no muros,

las palabras.

(Puente de Santo Domingo, Covaleda)

Que hablen de amor y alejen miedos.

Que acaricien, al traernos

El mensaje deseado.

Que den calor en el frío.

Que disipen el vacío

Y abran paso a los encuentros.

Veredictos de justicia

Que ha de oír el maltratado.

Cantos de paz y concordia

Que amasarán al guerrero;

De esperanza en la tiniebla;

De libertad para el preso.

Voces que aplaquen el llanto

Que a veces llevamos dentro.

Ecos de aquella Palabra

Que envuelve el tiempo.

 

José María Rodríguez Olaizola S.J. Cuando llegas”.

 

 

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