Queridos Magos

 Queridos  Magos.

Recuerdo, por estas fechas, tener que ayudar a mi padre, “cartero de los Magos”, que tenía que hacer horas extras, a clasificar las cartas de los niños y menos niños dirigidas a sus Majestades  de Oriente. 

Hace ya catorce años, en el 2008 publiqué una carta en la columna solidaria del 0,7% del Heraldo de Soria. Al releerla hoy creo que sigue teniendo actualidad, con algún retoque o precisiones.

 (Yo os invito a  escribir entre todos una carta a los Magos: ¿Qué les pediríamos de verdad, para nuestro mundo súper-contagiado, para esta Tierra, “casa común” herida y dolorida, para nuestro pueblo, para nuestros vecinos, nuestros familiares, niños, jóvenes, ancianos...?)

 Queridos Magos:

Ya sé que por  estas fechas tenéis que hacer horas extras, y eso que Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, os hacen la competencia. Aunque  no soy niño, me atrevo a enviaros esta carta en nombre de los que no tienen voz en esta nuestra sociedad global en crisis permanente, porque le falta equidad.

Este año se parece mucho al anterior. Y hay que ser muy optimista para pensar que podemos superar esta pandemia prontamente. El mundo sigue dividido "en rojos, verdes, amarillos y marrones" (1º, 2º, 3º, 4º mundo). 

Pero como sois magos encontraréis solución mágica para llegar, un año más, a todos los niños, aunque sea con mascarillas y guardando las distancias.

Por supuesto, solicito de vuestras Majestades para los niños, para todos los niños del mundo, cariño, mucho cariño de verdad y mil cuidados, porque ellos significan nuestro futuro si los sabemos educar integralmente. Educación que debe incluir el desarrollo de la imaginación y creatividad, empatía, capacidad de escucha, diálogo y respeto hacia el distinto.

Como sois más que magos, este año espero que seáis muy generosos y mágicos con los más mayores, sobre todo con los ancianos de las residencias, que bien se lo merecen. Muchos esperan tiritas mágicas que curen su corazón desgarrado por tantas distancias, ausencias, falta de abrazos. Los abuelos como personas son más importantes que sus achaques o enfermedad. Tus padres ya mayores no necesitan guantes nuevos, necesitan que tú les calientes sus manos con tu calor. Dar cosas es fácil, darse uno mismo es lo difícil.

Os pido un poco o un mucho de sentido común, amabilidad, cordura,   es decir, corazón solidario, para nuestros políticos, para que tengan en cuenta, en los planes de emergencia para hacer frente a esta crisis global que ha provocado la pandemia del Covid, las necesidades de los más pobres, de las víctimas de la economía de mercado, que mata, y que se multiplican por millones. Del año 2008 al 2014 pusieron en marcha una orgía billonaria para salvar las finanzas mundiales, y rescatar a los bancos. Hoy se habla, de nuevo, de planes de rescate o reanimación de la economía. Pero no podemos cerrar los ojos ni las manos ante el drama del hambre que amenaza cada día la vida de millones de seres humanos en este planeta. En el  pasado año 2021, se calcula que murieron en centenares de naufragios, ahogados en el "Mare Nostrum" y Atlántico, 4.404 emigrantes-refugiados intentando llegar a nuestras costas!!!!! Las vacunas no pueden ser un privilegio de los países más ricos. Urge liberar las patentes para que los países con menos recursos puedan acceder a ellas. "Aún queda un largo camino por recorrer y en algunos países recibir un tratamiento adecuado sigue siendo un lujo. Lo demuestra, por ejemplo, la falta de disponibilidad de vacunas contra el virus del Covid-19 en los países más pobres; pero aún más la falta de tratamientos para patologías que requieren medicamentos mucho más sencillos" (Papa Francisco, Mensaje Jornada mundial del enfermo 2022).

Para los grandes de este mundo pido humildad para que hagan examen de conciencia y propósito de la enmienda y reconozcan los fallos del sistema y su responsabilidad en el funcionamiento del mismo. Asistimos al fracaso de un modelo de política y de liderazgo. Todos necesitamos reconocer que, en el modelo actual de desarrollo,  la avaricia de pocos está dejando a la mayoría al margen de la historia. El mundo actual no se arregla con remiendos, más de lo mismo. Es preciso mirar más allá si queremos un desarrollo sostenible y justo para todos. Un nuevo modelo de mundo y sociedad son posibles si sabemos articular  la ética y la economía, el cuidado de la “casa común” que nos cobija, haciendo posible que  surjan alternativas que  mejoren  la vida real de las personas. El tema de la redistribución de la riqueza no es un objetivo, sino una obligación. Los gobiernos y responsables de la economía tienen que aprender a  pensar "primero en la gente", antes que en las buenas cifras macroeconómicas.

Para los responsables de las ONGS lucidez  y ganas de trabajar bonito para servir a los más pobres con proyectos de futuro  que no creen dependencia de los pueblos donantes del norte desarrollado. Para los voluntarios que trabajan en mil plataformas solidarias verdadero espíritu de gratuidad, reconociendo que somos los primeros en enriquecernos en nuestro trabajo solidario.

Para los dirigentes  de las grandes religiones espíritu de diálogo sincero que tienda puentes, que acerquen culturas y espíritus en el camino común hacia la reconciliación, hacia una paz duradera.

Para los ciudadanos de a pie, currantes y luchadores, saber hacer frente con responsabilidad a esta pandemia, y a la “fiebre consumista” revisando nuestro estilo de vida, resistiendo al consumo irracional, denunciando prácticas corruptas y engañosas vengan de donde vengan. En época de crisis podemos caer en la tentación de “sálvese quien pueda”, cuando es más necesaria la práctica de la solidaridad efectiva de base, de la justicia en la convivencia con los de cerca, sin olvidar a los que están más lejos. Quien no es justo en lo privado tampoco lo será en lo público. Hay que pasar del “sálvese quien pueda al sentido de la responsabilidad personal,  social y política”.

Para  los jóvenes trabajo digno y duradero. Y generosidad, imaginación y espíritu de sacrificio para soñar y poner en marcha otro mundo  distinto y posible, y tener siempre presente que las personas valen más que las cosas. 

El éxito y el dinero fácil no nos hacen más felices. Sufrimos también una grave pobreza de imaginación. Los jóvenes tienen capacidad para movilizar a otros jóvenes en la lucha pacífica por causas justas. Los jóvenes son un potencial muchas veces desperdiciado por las políticas de los países en desarrollo. Y que tengan siempre presente el siguiente principio: “quien no es capaz de cuidarse no puede cuidar a los demás”.

Para nuestros sanitarios que luchan en primera línea contra la pandemia, muchos de ellos maltratados, que los sepamos tratar con respeto y dignidad,  para ellos grandes dosis de resiliencia, capacidad de resistencia, para que no se quemen. No pueden pasar de ser considerados como “héroes del resistiré" a ser tratados como “villanos”, con perdón.

No sé si es pedir demasiado o soñar despierto. Pero estoy convencido que para cambiar el mundo hay que pensar, soñar e imaginar que otro mundo posible es distinto. Feliz viaje Reyes Magos por los caminos de este mundo. Un beso para los camellos. 

No perdáis la “Estrella”. Menos mal que se recarga automáticamente, porque con la subida de la luz y los combustibles no sabemos qué pasaría, no encontraríais lugar para repostar. Regaladnos un poco de su luz, que creo es gratis, y la necesitamos de verdad para no perdernos por las encrucijadas de la vida, “haciendo turismo al borde del abismo”. Anuncian algo de nieve por las alturas del Urbión. Abrigaos bien porque podéis marchar de Covaleda con una pulmonía, vosotros y los camellos. En el balcón de casa dejaré, para el camino, un chorizo de Covaleda y torta de los hermanos Abad, los panaderos. Mil gracias, en nombre de los niños y gente de buena voluntad.

 

Espíritu 0,7 % Soria, 2005-2022, Jesús Mendoza Dueñas.