"No se puede servir a Dios y al dinero"
25º Domingo TO CC Lucas 16,1-13
“NO
SE PUEDE SERVIR A DIOS Y AL DINERO”
Estos días asistimos en directo por Tv a
las pompas fúnebres de la Reina de los británicos, Isabel II. Todo con una
solemnidad “real”, ensayada al milímetro y hasta el último detalle y que, a mi gusto, me
parece excesiva. Al acto final, al “funeral del siglo”, se espera a 2.000 invitados y 500 jefes
de Estado y dignatarios extranjeros. Creo que los mm.cc. dedican demasiado
tiempo y espacio a tal acontecimiento. Nada es porque sí, era toda una Reina. Poderoso
caballero es el poder y el dinero. Descanse en paz.
Yo creo que supo encarnar las palabras de
Jesús que proclamamos en el evangelio de este domingo: “No podéis servir a Dios y al
dinero”.
El Papa Francisco en su viaje a Cerdeña,
por estas fechas hace ya nueve años, afirmaba sobre el tema del dinero y las
causas de la crisis: “Se ha escrito mucho
sobre la actual crisis, sus causas y sus consecuencias. En el fondo de todo
está el deseo, el afán desmesurado de poseer bienes, dinero, poder. Las
palabras de Jesús son una invitación a revisar nuestra manera de vivir, de
consumir, de administrar nuestros bienes, el uso del dinero…”
“El
dinero enferma el pensamiento y la fe, nos hace ir por otro camino… El dinero
corrompe” “Ninguno puede salvarse por el dinero”. “El dinero nos hace vanidosos
y orgullosos”. “Esto no es comunismo sino Evangelio puro”.
Es importante tomar conciencia de las
causas de esta crisis prolongada y agravada en estos momentos, por la pandemia del coronavirus, por la guerra y
escasez o despilfarro de las energías. Es importante revisar nuestras vidas, ¿Cómo
administramos nuestros bienes, nuestro dinero? ¿En qué gastamos y cómo gastamos?
¿Con quién y por qué compartimos?
Prácticamente, todo se organiza, se mueve
y dinamiza desde esta lógica: buscar más productividad, competitividad, más
consumo, más bienestar, más energía, más poder sobre los demás... Esta lógica,
si no la detenemos, puede poner en peligro al ser humano y al mismo Planeta. Ya
estamos pagando sus consecuencias.
"Es imposible ser fiel a un Dios que es
Padre de todos y vivir al mismo tiempo esclavo del dinero y del propio interés. Solo hay una manera de
vivir como «hijo» de Dios, y es vivir como «hermano» de los demás. El que vive
solo al servicio de sus dineros e intereses no puede ocuparse de sus hermanos,
y no puede, por tanto, ser hijo fiel de Dios.
El
que toma en serio a Jesús sabe que no puede organizar su vida desde el proyecto
egoísta de poseer siempre más y más. A quien vive dominado por el interés
económico, aunque viva una vida piadosa y recta, le falta algo esencial para
ser cristiano: romper la servidumbre del «poseer» que le quita
libertad para escuchar y responder mejor a las necesidades de los pobres" (J.A. Pagola).
Pero a tu lado (Los secretos)
He muerto y he
resucitado
Con mis cenizas un árbol he plantado
Su fruto ha dado y desde hoy algo ha empezado
He roto todos mis
poemas
Los de tristezas y de penas
Lo he pensado y hoy sin dudar, vuelvo a tu lado
Ayúdame y te habré
ayudado
Que hoy he soñado en otra vida
En otro mundo, pero a tu lado
Ya no persigo sueños
rotos
Los he cosido con el hilo de tus ojos
Y te he cantado al son de acordes, aún no inventados
Ayúdame y te habré
ayudado
Que hoy he soñado en otra vida
En otro mundo, pero a tu lado








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