¡Viva San Lorenzo el patrón!

 FIESTA DE SAN LORENZO 2023

¡Felices fiestas!  Paz y bien para todos, vecinos y forasteros. La fiesta si es auténtica es motivo y ocasión de ENCUENTRO, y es sinónimo de alegría. Aunque la alegría va por barrios. Acabamos de despedir a una buena vecina, esposa y madre coraje, precisamente de la Calle San Lorenzo. Para su familia y amigos un fuerte abrazo.

Nos encontraremos en el templo parroquial, después de procesionar por las calles del pueblo con la imagen del santo patrón San Lorenzo, caminando como pueblo, como Iglesia en salida, de puertas abiertas. Todos somos peregrinos que buscan el ENCUENTRO. En las circunstancias sociales y políticas que nos toca vivir en estos momentos tenemos que subrayar el valor del ENCUENTRO.

Dicen que solo los encuentros personales, en profundidad, cambian y hacen madurar a las personas, y a los pueblos. Y lo importante no es la cantidad de gente que se reúne sino la calidad de nuestras relaciones personales.


La fiesta es ENCUENTRO, si hay voluntad de encuentro, diálogo, aceptación y respeto al otro. Para que haya encuentro personal hay que abrir las puertas del corazón, superar miedos y resentimientos. “No es tiempo de administrar miedos sino de sueños”. Y muchas veces, alguien nos tiene que convocar y reunir. Vivimos en una tierra despoblada, por el envejecimiento y la emigración, donde en invierno abundan  las puertas cerradas de muchos hogares. En mi barrio, puede que haya más gatos que vecinos.

Nos reúne y nos  convoca, como creyentes, la memoria de San Lorenzo diácono, es decir, servidor, y mártir. Que supo conservar, testimoniar (mártir significa testigo) transmitir la fe, viviendo en la verdad. No cualquier verdad, sino la verdad que nos dejó Jesús de Nazaret, el Maestro, que un día dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”; “si el grano de trigo no cae en tierra y muere…”.

Celebrar la fiesta cristiana es reconocer que nos une el vínculo de la fe, que es luz en nuestro caminar, y que es más fuerte de lo que imaginamos.

Nosotros nos decimos testigos de Jesús de Nazaret de su proyecto del Reino, de los valores evangélicos que Jesús vivió y transmitió. Y lo hacemos siendo fermento, desde dentro, en medio de la masa. Creemos firmemente que el mundo no tiene futuro si expulsamos a Dios.

Así es Dios: no se impone, sino que trasforma; no domina, sino que atrae. Y así han de actuar quienes colaboran en su proyecto: como «levadura» que introduce en el mundo su verdad, su justicia y su amor de manera humilde, pero como fuerza trasformadora.

Necesitamos construir el valor, la cultura del ENCUENTRO ENTRE PERSONAS Y PUEBLOS, frente a la cultura de la indiferencia y el descarte, la discordia y la confrontación. Y TODOS SOMOS PUEBLO.


El encuentro, como he dicho al comienzo, exige, en primer lugar, respeto: reconocimiento del otro en igualdad, en su dignidad inviolable. El Encuentro exige voluntad de diálogo y aceptación de las diferencias que lejos de separarnos, nos enriquecen, superando localismos y nacionalismos pueblerinos, cortos de miras. El encuentro nos exige tirar todos del carro de la convivencia en la misma dirección: la del bien común, la justicia y la paz.

Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo dialogar”, dice el Papa Francisco en FRATELLI TUTTI (que debería ser de lectura obligada… para todos, empezando por los obispos, párrocos  y autoridades). Sigue afirmando: “el diálogo persistente y con coraje no es noticia como los desencuentros y los conflictos, pero ayuda discretamente al mundo a vivir mejor, mucho más de lo podamos darnos cuenta” (FT Nº198).

¿Estamos dispuestos y decididos a vivir este valor y lo que se deriva de el en la vida familiar, profesional, social?


“Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo… El diálogo (en familia) entre las generaciones, el diálogo en el pueblo, porque todos somos pueblo, abiertos siempre a la verdad…. Un país (un pueblo) crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y de los medios de comunicación” (FT Nº 199).

QUE TENGAMOS UNAS FIESTAS EN PAZ Y NO SE OLVIDEN DE LOS ABUELOS.

Jesús Mendoza Dueñas




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