Fiesta del Santo Cristo de las Maravillas, Duruelo de la Sierra 2024
SANTO CRISTO DE LAS MARAVILLAS DURUELO 2024
¿Por qué nos hemos reunido? (mirada al pasado) ¿Para qué? ¿De qué nos sirve reunirnos? (mirada al futuro).
Yo creo que para contemplar y celebrar en comunidad el misterio de la Cruz de Jesús de Nazaret muerto en ella y resucitado. “Mirarán al que atravesaron, para que se cumpliera la Escritura” (Juan 19,37). La mirada es el espejo del alma. Pero mejor que mirar la imagen del crucificado, que no es atrayente, es dejarnos mirar por Él, para que purifique nuestra mirada. Porque podemos mirar la realidad y a los demás de distintas maneras: con altivez, de abajo arriba o de arriba abajo con descaro, con malicia, con mirada acusadora, interesada, como una madre, con cariño….
Y nos podemos preguntar ¿Cómo miraba Jesús? ¿Cómo nos desde lo alto de la cruz mira? ¿Cómo me mira?
A Judas, el traidor lo llama “amigo”: “Amigo, con un beso entregas al Maestro” .
Jesús nos mira siempre con compasión y misericordia, como hermanos, como amigos…
Hay una canción que reza así: “Jesús no tiene manos, pies, ojos… tiene tus ojos, tus manos, tus pies”, si se los quieres prestar, si te atreves a usarlos para lo que el Señor espera de ti.
Pero primero tenemos que pedirle que purifique nuestra mirada contaminada y cautiva. Necesitamos purificar nuestra mirada contaminada por tantas imágenes engañosas que nos invaden cada día. Porque nos puede ocurrir como a los fariseos, según el evangelio de San Marcos: “Por más que miran, no ven, por más que oyen no entienden” (Mc 8,17).
Para mirarle a Él con arrepentimiento, con confianza.
Para que miremos la vida, la naturaleza, con agradecimiento, sin protestar tanto…
Para mirar a los demás como hermanos, como iguales, no como rivales o enemigos, como compañeros de camino.
Y la última palabra no la tiene la muerte, sino el Dios de la VIDA.
Para mirar al misterio de la muerte con esperanza. Dice San Juan en la 1ª Carta 3,1-2: “Aún no se ha manifestado lo que seremos, cuando se manifieste, lo veremos tal cual es… como hijos amados y bendecidos de nuestro Padre Dios”. “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 6,8). El gran desafío para nosotros, como cristianos, es aprender a contemplar la historia con los mismos ojos de Jesús, con el corazón limpio.
¡Cristo de las Maravillas! Bendice a tu pueblo, a nuestras familias, a los más pequeños, a los más mayores, a los enfermos, danos tu paz.
Y, como reza un himno de Vísperas: “Libra (cura) mis ojos de la muerte, dales la luz que es su destino. Yo, como el ciego del camino, pido un milagro para verte”… cura su fiebre posesiva y ábrela al bien de mis hermanos”.
Jesús Mendoza Dueñas.
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